HABLEMOS DE ANDAMIOS

Y es que, para poder hablar de ello, debemos recurrir a la historia, el concepto de andamio data desde hace unos 3000 mil años, siendo China el país que le dio vida al uso de este elemento, pero, ¿Sabias que su función era totalmente diferente al que se le da en la actualidad?; y es que, para ese entonces se llamaba Atalayas, por las que se asaltaban murallas o fortalezas.

Sin embargo, fueron los griegos quienes años más tarde tomaron la idea y le dieron otro destino a su uso, tomándolo cómo soporte para la construcción de grandes edificaciones, siendo esto, clave para las obras que juegan un papel fundamental en la historia. 

Sí estamos recurriendo a la historia, ¿Cómo te imaginas que era el andamio en ese entonces?, estos eran simplemente palos de bambú o madera, los cuales se ataban entre sí por medio de cuerdas, de manera que formaran torres que les permitiera a los trabajadores poder escalar hasta la altura deseada. 

Posterior a esto, en Grecia, se llevó a cabo la modernización del andamio, e iniciaron la fabricación de estructuras con acero y aluminio, permitiendo que sea más durable y a su vez más resistente. Sin embargo, a pesar del avance y la evolución del andamio, en Asia, se sigue usando el bambú, esto se debe a su alta resistencia, ligereza y flexibilidad, además, se considera todo un arte tradicional, siendo el caso, donde específicamente en Hong Kong aún en la actualidad se usa tanto para una casa pequeña, cómo para rascacielos. 

En el caso del andamio metálico, este logró extenderse por todo el planeta, presentando más ventajas en temas de seguridad, y encontrándonos con normas específicas, así como una serie de elementos que garantizan la calidad de los materiales. De hecho, en la actualidad se pueden y deben definir cargas máximas y puntos de anclaje necesarios, algo tan necesario para las diversas soluciones que se puedan presentar. 

En la actualidad, ya podemos contar con varias marcas o casas de andamios, variedad de modelos, tamaños, soluciones y materiales, con el fin de poder adaptarse al requerimiento de cada cliente, siempre teniendo cómo premisa la seguridad para los trabajadores que ocuparán el andamio. 

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